
Se trata de un aminoácido esencial gracias a quien se llevan a cabo muchas funciones pero sobre todo es conocido por su papel en la síntesis de serotonina (la hormona de la felicidad) y la melatonina (la hormona del sueño).
En el año 1963 fue introducido en la medicina, principalmente para tratar trastornos del sueño y la depresión.

A niveles bajos de triptófano, niveles bajos de serotonina, siendo una causa importante de los cambios de humor y del poco bienestar.
Así también pueden producirse trastornos del sueño, por lo que es importante mantener los niveles adecuados de triptófano ya que ayudará a dormirse más rápido, más tiempo y a despertarse menos en la noche, asegurando un sueño reparador.
Como el Triptófano no es producido por el cuerpo debemos incorporarlo a través de la alimentación.

Las mejores fuentes: huevo, carnes, pescados azules y grasos, mariscos, leche, frutos secos, banana, aguacate, semillas de sésamo, calabaza o girasol, legumbres.